“SaludVida es la peor EPS que conozco”.

Con esta frase, Cristóbal Trujillo Pacheco narra el drama que viene sufriendo Iveth González, una paciente a quien el 18 de junio de este año se le practicó una operación a corazón abierto y ahora también padece problemas con el hígado.

Desde que se le practicó la operación ha tenido múltiples problemas con la EPS para que le autoricen citas, nuevos procedimientos y le entreguen los medicamentos requeridos para su tratamiento.

“Han jugado con ella al ‘paseo de la muerte’. En esa EPS como que toca llevar al paciente en el cajón para que autoricen la defunción”, sostiene Trujillo.

Tras la operación, realizada en Clínica La Misericordia, Iveth González fue dada de alta y los médicos le hicieron una programación para seguir el tratamiento.

Sin embargo, los médicos que la trataron diagnosticaron que la operación no fue exitosa, por lo cual recomendaron someterla a otra.

Lo grave del caso es que el tratamiento no ha podido continuarlo en La Misericordia porque esta clínica le suspendió los servicios a SaludVida EPS por morosidad en los pagos.

Adicionalmente, Iveth padece problemas de inflamación en el hígado y tampoco ha podido lograr atención porque o las clínicas a las que han acudido no están atendiendo pacientes de SaludVida por falta de pago o porque algunos de los procedimientos se encuentran por fuera del POS y deben ser autorizados por la citada EPS, que tampoco los ha aprobado.

Por las mismas circunstancias la han estado ‘paseando’ en otras clínicas como la del Prado y Viva 1A IPS, además de RedMed.

Mientras esto ocurre, la salud de Iveth González se deteriora cada vez más, sin que la EPS asuma con responsabilidad el tratamiento de la paciente.